LA CORRECTA ORIENTACIÓN
ASTROLOGÍA Y ARQUITECTURA EN EL "LIBRO CONPLIDO"
Por la
Sra. Adela Ferrer ( España)
Que la orientación de una
casa es fundamental para la armonía y el bienestar de sus habitantes no es
ningún descubrimiento. Ya desde antes de la civilización, los seres humanos
conocían perfectamente, mirando el cielo, dónde y cómo podían acampar y plantar
las tiendas para que no se las llevara una avenida del río, en qué lugar podían
encender el fuego o construir el horno de tal forma que el viento soplara lo
justo para que avivase la llama sin provocar un incendio y sin que revolviese
el humo sobre los alimentos.
Por eso, cuando decidían
fundar una ciudad, establecer el hogar, salir de caza, plantar árboles o
semillas, o solicitar hospitalidad a un extranjero cuando atravesaban sus
tierras, eran respetuosos con las Leyes de la Naturaleza y conscientes de que
se jugaban mucho en ello; la diferencia de actuar o no con arreglo a la norma
del sentido común era grande: de eso dependía que su esfuerzo se viera
recompensado con el éxito y que su vida fuera más sana y feliz.
Estas normas, tan
antiguas como ya experimentadas por nuestros antecesores en el arte de vivir
sabiamente, aparecen en un tratado medieval de astrología: "El Libro
conplido en los iudizios de las estrellas": en el capítulo 16 del Libro I
se dice:
"Sepas que desde el sur hasta el
Este es el lugar de Venus. El mismo punto del Este es el del Sol. Desde el
punto del Este hasta el Norte, que es el ángulo de la tierra, es de Júpiter. El
mismo punto del Norte es de Mercurio. Desde el punto del Norte hasta el punto
del Oeste es de la Luna. El mismo punto del Oeste es de Saturno. Desde el punto
del Oeste hasta el Sur es del Nodo
Norte. El mismo punto del Sur es de Marte".
Esto, dibujado sobre un
gráfico astrológico equivale a situar al Sol en el Ascendente; a Júpiter entre
el Ascendente y el Fondo del Cielo; a Mercurio en el Fondo del Cielo; a la Luna
entre el Fondo del Cielo y el Descendente; a Saturno en el Descendente; al Nodo
Norte entre el Descendente y el Medio Cielo; a Marte en el Medio Cielo, y a
Venus entre el Medio Cielo y el Ascendente.
No parece que tenga
demasiado sentido, ya que, a excepción de que el Sol está en el lugar natural
de su ascenso por el horizonte este, y se trata del Rey de los cielos,
conductor de todos los demás y en su oposición -el Descendente- está Saturno,
su enemigo natural, señor de la oscuridad, en la puerta de la noche donde todos
los astros se ocultan, los demás se quedan un poco descolocados.
Ahora bien, no perdamos
de vista que en realidad no estamos observando un tema natal ni un mapa celeste
de un determinado momento del tiempo, sino una Rosa de los Vientos, una
brújula. A Pepita Sanchis, astróloga perteneciente a la Escuela de Traductores
de Sirventa, le debo el siguiente hallazgo:
Se forman dos cruces de
tal modo que el Sol -SECO Y CALIENTE- en el Este, se enfrenta a Saturno -SECO Y
FRÍO- en el Oeste; Mercurio -SECO Y FRÍO- en el Norte se opone a Marte -SECO Y
CALIENTE- en el Sur, y así se completa una cruz seca.
La otra cruz es húmeda:
Venus -HÚMEDA Y CALIENTE- en el Sureste frente a la Luna -HÚMEDA Y FRÍA- en el
Noroeste; Júpiter -HÚMEDO Y CALIENTE- en el Noreste enfrentado al Nodo Norte,
al cual habremos de otorgar una naturaleza fría y húmeda.
Este capítulo tan
interesante viene seguido de instrucciones concretas sobre dónde debe situarse
uno mismo ya sea en la propia casa o bien en una ajena: cuando recibamos una
visita que sea de nuestro agrado, hay que actuar como un buen anfitrión, ya que
la Ley de la Hospitalidad es sagrada (en la Edad Media, mesones y hoteles no
abundaban precisamente y el viajero tenía que repostar agua para sus
caballerías y proveerse de víveres y, claro, siempre agradecía ser bien recibido
en alguna casa donde poder solazarse con un buen baño, y donde se le ofreciera
comida caliente, posibilidad de intercambio comercial o cultural y buena
conversación). Por eso, si queremos recibir adecuadamente a un huésped, debemos
sentarnos en el lugar de Venus (sudeste) y así lo podremos seducir, y ofrecerle
asiento en el lugar de Júpiter (noreste) para que su estancia sea afortunada; o
al contrario, el anfitrión en el lugar de Júpiter, sin dejar el sitio de
privilegio y el invitado en el de Venus, de tal manera la reunión será
fructífera y entre ambos se estrechará la amistad. Es decir:
"Cuando desees situarte en tu casa, colócate siempre en la
parte de las fortunas y si viene alguien que te agrade, siéntale contigo en esa
parte o en la parte de la otra fortuna".
Sin embargo, cuando
alguien viene a hacernos visita y dudamos acerca de sus intenciones, hay que
dejar que escoja él el lugar donde sentarse y después observar: según el punto
cardinal que ocupe podemos averiguar con qué predisposición ha venido. (La
solución, en la pág. 79, capítulo 17 del "Libro conplido en los iudizios
de las estrellas", Ed. Indigo).
Pero el "Libro
conplido" es, como su propio nombre indica, completo. Y, acerca de la
vivienda y su orientación, en el capítulo 34 del libro II, en un apartado de
astrología horaria titulado "Del ladrón y del robo", aparecen claras
indicaciones con respecto a la localización espacial del delincuente:
"Cuando quieras
saber la casa donde está el ladrón, el lugar del Sol indicará la casa en que
está; y la Luna, la puerta de la casa. Si el Sol está en signo oriental, la
casa estará hacia el Este con respecto al lugar en que se encuentra el
astrólogo que estudia el caso"..
A continuación se refiere
a cómo es la casa donde se oculta el botín y, en este punto aparece toda una
serie de aforismos que relacionan analógicamente cada planeta con las diversas
estancias de la vivienda; así, por ejemplo, Saturno sería el significador de
los lugares oscuros y malolientes, donde se depositan los desechos: "la
cámara privada"; Júpiter el de la sala mejor acondicionada; Marte el
de la chimenea, la cocina, el lugar donde matan a los animales, etc.
En la introducción del
tratado y en muchos otros lugares del libro vienen recomendaciones para los
estudiantes de astrología:
"...El estudioso
entendido, sutil y agudo, saca sus propias conclusiones. El necio, que pasa por
ella (la ciencia de las
estrellas) deprisa, tropieza y la pierde por su necedad y su
apresuramiento". "De aquel que sepa asemejar las cosas de arriba con
las de abajo, se verificarán sus dichos, sus pensamientos y sus hechos..."
"Busca, estudia y encontrarás, con Dios". Con el sano propósito
de huir de la necedad, se me ocurrió que, si cada planeta rige una estancia de
la vivienda y, al parecer, hay una específica orientación espacial en la que
cada uno de los planetas actúa adecuadamente, quizá podría averiguar la mejor
ubicación de las diversas partes de la casa según las normas de la antigüedad.
Para entender mejor esta
parte de mi artículo, consulté con D. Román Jiménez, arquitecto del
Ayuntamiento de Valencia y en cuanto le fui leyendo los puntos cardinales
correspondientes a cada estancia de la casa, enseguida me respondió:
-¡Naturalmente, eso que me dice es de manual!, me está usted describiendo la
orientación perfecta de acuerdo con el mejor aprovechamiento de la luz diurna.
A continuación, los comentarios a los aforismos del "Libro conplido",
fruto de mi conversación con don Román:
"Si quieres saber la
forma de la casa por dentro, mira la posición del Sol, y así sabrás cómo es el
patio de la casa". Es decir,
al Sol corresponde el Este, luego se consideraba como el mejor lugar para la
construcción de un patio descubierto o un jardín, pues recibirá los primeros
rayos del Sol cuando todavía no queman y las plantas o árboles crecerán mejor.
"Sabrás dónde está
la despensa y el lugar donde tienen el agua y el pozo a través de la posición
de la Luna".. El lugar
de la Luna es el noroeste; si deseamos disponer de un estanque, una alberca,
una fuente o un pozo, conviene construirlo al Noroeste del jardín o de la
propiedad; ése es sitio donde la Luna, señora de las aguas, cuidará de que el
agua esté todo el año a la temperatura ideal y siempre en perfectas
condiciones.
"De la posición de Venus extraerás el lugar de los juegos y el de
las mujeres". Los
dormitorios -lugar de los juegos- deberían estar entre el Este y el Sur; así
unimos a Venus y Marte y facilitaremos los juegos que analógicamente se
relacionan con estos planetas. El sudeste es donde disfruta Venus, señora de la
belleza y el amor; así por la mañana entrarán los primeros rayos de Sol (ideal
para despertarse temprano y de buen humor). Y no recibirán el calor del sol al
atardecer, luego estarán más frescos a la hora de irse a dormir.
"De la posición de Mercurio verás el lugar del armario donde
almacenan libros y cartas". El despacho o el lugar donde escribir, estudiar o colocar la
librería debe situarse al Norte; en ese punto, Mercurio, protector de las
letras y benefactor del ingenio cuidará de los escritos y los papeles. Y si uno
es artista, allí es donde debe situar el estudio, con amplios ventanales al
norte, porque la luz que entre por ellos será más uniforme prácticamente a
todas las horas del día, con lo que se evitarán las dificultades que una
excesiva variación de luces y sombras añadirían a la labor creativa. Y si
además se puede abrir una ventana cenital, sería perfecto.
"Y por la posición de Saturno sabrás el lugar oscuro que está en la
casa, la cámara privada, los subterráneos y los lugares malolientes". El lugar para colocar el cuarto de baño está al
Oeste, así lo separamos de la sala principal y de la cocina; parece también que
los desagües funcionan mejor y el propio desagüe del cuerpo funcionará como un
relo, ahí es donde Saturno, dios del tiempo y de los ritmos, actúa a sus
anchas.
"Por la posición de Marte conocerás la cocina y el lugar donde
encienden el fuego y donde suelen degollar y matar animales". La cocina y la chimenea estarán mejor situadas
en el Sur porque es donde Marte, el fogoso, trabajará mejor con sus sirvientes,
las salamandras. Recibirá los rayos del sol al mediodía y permitirá trabajar
perfectamente en el momento necesario. Además, el muro de la casa que da al
sur, es el más soleado, recogerá el tibio calor del sol de los días invernales
y favorecerá el ascenso del humo. No olvidemos que estamos hablando de un libro
escrito en y para la zona mediterránea, donde encendemos la chimenea sólo en el
invierno, cuando suelen soplar los vientos del norte, esa corriente de aire
ayudará a que la chimenea tenga un buen tiro; en verano, cuando soplen más los
vientos del sur producirán reflujo del humo, pero entonces no estará encendida.
"Por la posición de Júpiter sabrás el lugar donde suele estar el
hombre, y la mejor habitación de la casa". Al Noreste de la casa es el mejor lugar para el
salón, fresco a partir del mediodía, sitio idóneo para recibir invitados.
"Por la posición de la Cabeza del Dragón conocerás el lugar donde hay una
elevación para sentarse, silla, escaño o escalera para subir". Es el Sudoeste, pero claro, hoy en día no es
necesario pensar en la luz que va a recibir la escalera que así estaría mejor
iluminada al caer la tarde, momento en que va a ser utilizada; según Ben Ragel
estaría situada entre el baño y la cocina.
Carmen Ordóñez, astróloga recientemente
galardonada con el premio Demetrio Santos de Investigación astrológica, ha
observado, en un trabajo sobre sueños, que cuando la Luna transita sobre el
Nodo Norte natal, suelen producirse sueños de escaleras.
"De la posición de la Cola del Dragón, el lugar en que hay una viga tendida o
alguna columna caída y el lugar donde están los animales" En ningún lugar del Libro se indica cuál es el
punto cardinal correspondiente al Nodo Sur, aunque si lo situamos por analogía
debería estar enfrente del Nodo Norte, por detrás de Júpiter, en el Sudeste. Si
Júpiter es señor de los caballos, la cuadra estaría fuera del recinto reservado
a las personas, detrás del salón principal; este sería, en buena lógica, el
punto idóneo para la cochera.
Se da la feliz coincidencia de que las casas de
campo del pueblo alicantino de Xàbia, por ejemplo, construidas hace más de cien
años, responden en gran medida al esquema enunciado, pues era el modo de
edificar de unas gentes cuya economía dependía de los frutos de la tierra,
concretamente del cultivo de la vid y la industria casera de la pasa. (El
tratamiento de la uva para su secado requiere un ligero hervor -al sur- y un
posterior secado al sol sobre cañizos que permitan su rápido traslado al
interior de las "nayas" -cobertizos con arcos aireados que cumplen
también la función de porches- para el caso de las frecuentes lluvias que en
septiembre suelen producirse y que se orientan mayoritariamente al sudeste).
Como los modernos constructores han relegado
al olvido estas normas básicas que regían en la antigüedad, sería muy
conveniente, para quienes tienen la posibilidad de construir o comprar su casa,
que antes fueran, brújula en mano, dando las instrucciones pertinentes al
aparejador, o buscando la vivienda que más se ajuste a los cánones de la
tradición, y no sólo por la evidente ventaja práctica del aprovechamiento de la
luz diurna, sino porque es muy posible que esta disposición de las diversas
estancias de la casa obedezca también a la ubicación ideal para la utilización
de las energías de los planetas en cada una de las áreas que rigen dentro de la
vida hogareña.
Se puede ensayar otro
tipo de construcción: todas las estancias de la casa organizadas y bien
orientadas alrededor de un patio interior, al estilo de las casas romanas y las
árabes, muy tradicional en el área mediterránea, cosa que nos evitaría tener
que construir la vivienda completamente aislada con ventanales a todos los
puntos cardinales.
Para el caso de la
mayoría, es decir quienes no tenemos la suerte de podernos construir una casa a
nuestro gusto, cabe un "truquillo": ir adaptando, dentro de nuestra
casa, los enseres y el mobiliario a las normas de los aforismos mencionados:
por ejemplo, colocar, dentro del despacho, la mesa de trabajo hacia el norte de
la habitación; cortar y preparar los alimentos en el punto sur de la cocina,
almacenarlos al noroeste; situar el mejor sillón de la sala en el lugar de
Júpiter, las antigüedades al oeste, poner el teléfono al norte, reservar un
lugar para colocar la mecedora de la abuela en el punto del oeste de la sala,
orientar la mesa del comedor entre el norte -por lo de la conversación- y el
oeste -por la alimentación-, ordenar la cristalería y la vajilla al noroeste,
guardar las joyas en el sitio de Venus... En el cuarto de baño no podremos
fácilmente reubicar los sanitarios, pero quien tenga problemas de
estreñimiento, podría probar, antes de "hacerlo", a pasear un poco
por el Oeste.
Por ADELA FERRER